¿Porqué no es recomendable el formato jpg para mis imágenes impresas?

main-image

 

El archivo jpg ahorra espacio, es útil por eso. Pero no fue creado para nuestra tecnología, sino para mediados de los 80’s cuando los discos portátiles almacenaban tan sólo 800 kB.

El formato jpg fue creado para comprimir la información de los archivos de imágenes y en ese proceso sacrifica la calidad y originalidad de la información. En serio lo hace.

Cuando se creó este formato, el objetivo era grabar imágenes digitales en tamaños pequeños para los limitados dispositivos existentes –léase de tan solo 360 kB en floppy disk-. Para dicho cometido, se unieron varias agrupaciones de expertos fotógrafos y de ahí obtiene su nombre: Joint Photographic Experts Group, jpeg ó jpg.

Este formato es eficiente si queremos reducir espacio, lo cual fue útil a finales de los 90’s con la llegada del internet y los sitios web, cuando se navegaba con anchos de banda muy limitados. Eso le dio motivos al formato para ser popular en este rubro.

Luego, con el auge de la fotografía digital a principios del milenio, el formato se consolidó, ya que las cámaras digitales pudieron ofrecer capacidad para cientos de fotos en cada tarjeta de almacenamiento.

Lo que el usuario promedio no logra captar es que la calidad de dichas fotos son menores a medida que se escoge una compresión mayor pero no es notable a simple vista debido a que las pantallas donde se visualizan generalmente son pequeñas, los mismos visores de las cámaras y posteriormente las pantallas de los teléfonos celulares. Pero sobre todo, porque al conseguir mayor almacenaje se sacrifica la calidad de la imagen.

Para conocer qué es lo que ocurre con una imagen en el formato jpg hay que explicarlo en forma fácil. Aunque corremos el riesgo de no hacer justicia a los creadores de tan eficiente sistema de compresión, evitaremos las explicaciones técnicas del submuestreo, transformación discreta del coseno (DCT) y cuantificación digital que ahuyentarían inmediatamente a los lectores de este artículo.

¿Cómo funciona JPG? (explicación fácil)

El formato jpg generalmente divide la imagen en cuadrados de 8 x 8 pixeles, es decir grupos de 64 pixeles.

En su máxima compresión el primer pixel conserva los datos originales, y los restantes 63 pixeles son un promedio calculado entre los tonos y los matices.

Es una explicación muy simple? sí. Es algo un poco más complicado y con variantes, pero es la versión corta y fácil de entender.

La idea es reducir la información necesaria para que el archivo tenga menos bytes, grabarlo en un medio digital y posteriormente tener la información necesaria para abrir el archivo y tratar de recrearlo en una pantalla con tonos y matices “similares” a los originales.

Por lo tanto, tenemos en cada archivo jpg zonas cuadradas que contienen un pixel original y 63 pixeles recreados.

Si en una caja de 64 chocolates, solo uno posee cacao y los 63 restantes cualquier otro sustituto artificial, no le atribuiría la cualidad de chocolates originales ni mucho menos chocolates de calidad.

DctjpegCada vez que se graba el archivo, el proceso de muestreo, cálculo, vuelve a ocurrir, y de esa manera cada vez se pierde la información original. No es raro que después de muchas versiones ningún pixel de la imagen sea original.

Inclusive al momento de la toma fotográfica, la cámara guarda la imagen en formato JPG, y aquí ocurre el primer desencanto, sin embargo aun no es perceptible por el ojo humano.

detalle1

detalle2

ejemplo_de_logo_tif

ejemplo de logo2

En mi trabajo como diseñador, recibo constantemente archivos jpg. Sobre todo de logotipos e imágenes importantes para mis clientes. Si decido hacer un trazado de su procedencia, probablemente el archivo que me envían tiene más de 16 antecesores entre la cámara digital y el archivo recibido.

De la cámara es guardado a un computador, colocado en un archivo en Microsoft Word, de ahí colocada a un sitio web, descargada para usarla en una presentación Powerpoint, compartida en Facebook, enviada y reenviada en WhatsApp varias veces, cortadas y pegadas de aquí para allá, saltando entre programas de edición de todo tipo. Este proceso se repite un par de veces y en varias direcciones hasta que finalmente el archivo producto de todas estas transformaciones son enviadas a mi estudio para que lo imprima en una portada o en un poster, con la instrucción muy bien recalcada de parte del cliente: “Mauricio: haga todo lo posible porque se vea excelente”.

A estas alturas espero que el lector entienda que es imposible reproducirlo con calidad si lo he podido explicar bien.

¿Qué hacer entonces?

Para el aficionado, comunicadores, mercadólogos, responsables de archivos en empresas:

1- Utilice los archivos JPG que contiene la tarjeta de memoria de la cámara digital como archivos fuente y originales sin hacerles ningún cambio.

Si bien ya ha ocurrido un primer muestreo debemos evitar que continúen degradando su calidad. Por lo tanto, archivarlo en un CD aun es una opción para mantener intacta su originalidad y reduce la tentación de cambiarlo o salvarlo “n” cantidad de veces.

Los más disciplinados pueden hacer un banco de archivos en un servidor local o nube sin alterarlos o sobreescribirlos.

Cada vez que requieran estas imágenes para una presentación en powerpoint, para enviarlas por correo electrónico, para incorporarla en un reporte, para imprimirla en un folleto o subirla en el sitio web, tendrá que modificar su tamaño en cada ocasión, – si no lo hace usted, alguien lo hará en algún momento – la mayor parte de las veces será necesario reducirlas en tamaño y/o resolución para que sus archivos .doc, .pdf, .pxt tengan un tamaño aceptable para compartirlos por correo electrónico.

La clave está en que esos archivos ya no los considere originales, probablemente puede reciclar dichas imágenes en usos donde la calidad no es clave. Otra presentación en powerpoint para la junta de mañana, etc.

Pero para utilizarlos en impresiones de calidad: regrese al CD original, regrese a la carpeta original, al servidor donde los guarda.

Advierto que en este punto se dará cuenta que debe idear un método para ubicar los archivos de imágenes en forma rápida. He visto a clientes tardar dos semanas buscando esa foto específica en original. Muchos desisten al primer día.

2- Si tiene un programa de edición de imágenes, grabe el archivo en formato TIFF (Tagged Image File Format) sin compresión. Este formato conserva los pixeles originales sin pérdida de calidad. El tamaño de archivos es significativamente más grande, pero hoy todos los dispositivos de almacenaje portátil comienzan en los 4 GB, ya no tienen el problema de los antiguos floppy disks de 360 Kb. Además para enviar archivos por internet existen sitios web de transferencia gratuitos que admiten archivos de hasta 2 GB. Como WeTransfer, Ydray o MediaFire, entre otros.

El único inconveniente con el formato TIFF es que se requiere cuatro veces más espacio para guardar los archivos y más ancho de banda para enviarlos. También habrá que tener criterio para eliminar las innumerables fotografías idénticas que se toman para seleccionar posteriormente la mejor. Por cierto, conozco pocos clientes que tienen ese tiempo de seleccionar la mejor foto, generalmente me lo dejan a mí.

Comparación:

Un archivo de 2100 x 1500 pixeles (equivalentes a una foto 7×5 pulgadas a 300 ppi) grabado en formato TIFF, tiene una medida de 13.3 MB en disco.
Si el mismo archivo lo grabamos en formato JPG – máxima calidad- su medida será de 4.7 MB
Si lo grabamos en máxima reducción de tamaño – menos calidad-, su medida será de 939 KB, pero advierto que es la peor elección en cuanto a calidad.
No confundir tamaño del archivo con calidad

3. Considere el formato PNG, sobre todo para logotipos. Este formato no comprime como lo hace JPG y conserva los contornos de los logotipos.

Consejo para los profesionales en fotografía y diseño:

1- Si trabaja con fotógrafos profesionales en estudio, prefiera el formato RAW y luego convierta en TIFF. Si en el proceso de la toma fotográfica nunca pasa por JPG, cuide esos pixeles, son originales!

2- Utilice el JPG como sus antiguas pruebas Polaroid para ver cómo va el proceso de la toma fotográfica. Cuando haya conseguido la correcta iluminación, apertura y velocidad en su cámara y el objeto o sujeto a fotografiar ya está listo, cambie a modo RAW o TIF si lo permite la cámara. No se sorprenda si el tamaño de los archivos aumenta y por lo consiguiente la cantidad de fotos en la tarjeta de memoria disminuya. Vale la pena. Finalmente el trabajo es entregar buenas fotos, no cantidad de fotos.

3- Levante la mano derecha y diga: No grabaré más de una vez en formato JPG una misma imagen.
Incluso si el producto final se trata de un banner para ser visto en internet, o en plataformas de una red social.
Trabaje todo en TIFF, PSD y hasta que obtenga el resultado final y aprobado grabe a JPG como el último paso.

4- No reutilice un JPG de nuevo como material original. Evítelo para mantener la calidad de su trabajo y servicios. Volverlo a convertir en TIFF es un engaño, es como mentir en la dieta.

5- Explore el formato .svg para los logotipos, sobre todo su uso en web.

6- Tenga mucha paciencia con los clientes que envían las fotos dentro de un word o un WhatsApp, reenvíeles este artículo.

Mauricio Ponce es Máster en Diseño Gráfico y tiene su estudio de diseño en El Salvador, Centroamérica. Ha sido docente y trabaja independiente para diversas instituciones y empresas locales y regionales.

Fuentes consultadas:
Photoshop Bible, Deke McClelland, IDG Books
www.jpeg.org
Wikimedia Commons
Wikipedia.com
Fotografía e imágenes:
©JuliaSha, FelixH, MPDG

 

Mauricio Ponce
mpclientes@gmail.com

Mauricio Ponce es Máster en Diseño Gráfico y tiene su estudio de diseño en El Salvador, Centroamérica. Ha sido docente y trabaja independiente para diversas instituciones y empresas locales y regionales.